Ricardo Flores Magón: la cosmovisión Mazateca en el pensamiento magonista.
Teoría Crítica de Abajo & a la Izquierda (Otoño – Invierno 2021)
En esta entrevista el fotógrafo, periodista y filósofo Heriberto Paredes explora las raíces indígenas del magonismo tras una contemplativa sesión con Nadie73 y Lluvia Benjamín del taller ahuehuete.
Heriberto ha investigado las semillas ancestrales anarquistas de las poblaciones que integran la Sierra Mazateca. El periodista, cuya extensa obra habla por sí sola en términos de su convicción y determinación anti-capitalista, no teme enunciar la verdad frente al ejercicio del poder y la opresión.
En esta primera sesión de nuestra serie, Teoría Crítica de Abajo y a la Izquierda, nos proponemos llevar los postulados teóricos fuera de las aulas, y aplicar el potencial transformador de estos textos al contexto y la praxis de las luchas contemporáneas.
Taller Ahuehuete tuvo la oportunidad de dialogar con Heriberto Paredes, y de juntas desmenuzar el vigoroso discurso del 6 de octubre pronunciado en El Monte, California por el anarco-comunista y movilizador mexicano Ricardo Flores Magón.
Acompáñanos en este análisis, nos alegraría contar con tu presencia.
La Tierra
Heriberto Paredes: Hay una cosa que quisiera mencionar, que tiene que ver con el espíritu de este cuestionamiento que hace Flores Magón al individualismo, a la falta de solidaridad. Creo que, en general, el movimiento magonista tuvo una innovación importante en la transformación revolucionaria en [el territorio frecuentemente reconocido como] 'México', pero también en el mundo a través de la anarquía: me refiero al pensamiento magonista con relación a la tierra.
Siento que la tierra es un vínculo muy importante, que ahora encontramos presente en movimientos autónomos de pueblos originarios y su conflicto frente al despojo infligido por el Estado y el capital. Esta característica, el vínculo con la tierra, podemos tomarla para generar cambios profundos. Este apego a la tierra como relación social justo cuestiona la estructura vertical, la estructura individualista.
Y eso no significa que la gente no tenga su propia tierra para cultivarla, o que no sea dueña de su producción. Significa más bien que hay una posibilidad de generar el bien colectivo. Encuentro que ésa es una de las contribuciones que realiza Flores Magón al principio de este discurso, que abre el postulado en contraposición al individualismo. Es decir, si el individualismo es el que te dice "preocúpate por ti, y por los tuyos, y el resto no importa..." ¿Cómo es esto diferente a la premisa capitalista? Eso es lo que se promociona en la mayoría de los libros de superación personal, siempre el individualismo. "Tú tienes que ser el que se esfuerza", "el éxito se construye a partir de un esfuerzo individual".
Sin embargo, la alternativa que plantea el magonismo es "trabajemos la tierra, trabajémosla juntas". Implica que cada quien tenga la posibilidad de acceder a su cosecha, pero que también tenga la posibilidad de participar a base del trabajo común, que reproduzca no económicamente la ganancia sino socialmente también: que nos permita ser más fraternas.
Nosotras reconocemos la tierra como nuestra, entonces vamos a defenderla del capital. Y eso es lo que imparte la voz magonista: mientras tengamos acceso [comunal] a la tierra, la tierra nos permitirá ser libres. Libres: a través de la fraternidad y solidaridad que nuestra nueva sociedad ha cosechado. Que ha desarrollado, porque es un proceso. Porque no creo que sea inmediato, sino que es un proceso [la comunización territorial-social].
Nangi ko kjoabijnandiì (Tierra y libertad)
Lluvia: Leímos tu artículo, Nangi ko kjoabijnandiì (Tierra y libertad), en "Lengua Daga", y de verdad lo recomendamos todas las personas que nos estén escuchando, pues es excelente. Llega al corazón del movimiento, y también a la semilla y hasta la raíz: Teodoro y Margarita [padre y madre de los hermanos Flores Magón]. ¿Nos puedes contar un poco sobre tu experiencia en la Sierra Mazateca?
Heriberto: Llegué allí por un conflicto. Resulta que la situación en Eloxochitlán de Flores Magón, el lugar y la comunidad en la que nació Ricardo Flores Magón –porque Enrique nació en Teotitlán del Valle–, es una experiencia muy interesante.
Llegué allí por un conflicto político donde hay una posición de cacicazgo, de control del poder político y económico, a través de una familia. Es una familia que está dividida, sin que esto signifique –y quiero dejarlo muy claro–, sin que esto signifique un conflicto intra-comunitario o familiar. Que sean familia es una condición casi accidental.
El asunto es que hay dos posturas económicas y políticas que se están enfrentando a través de dos visiones: la que tiene que ver más con el cacicazgo, y la otra que tiene que ver más con un intento de fortalecer a la comunidad. De generar una estructura de poder distinta. Entonces, ese conflicto emerge y ha contraído violencia. Hay gente presa actualmente: 7 personas, derivadas de este conflicto entre una diputada, su papá ex-presidente municipal, y el resto de la comunidad atemorizada sin saber qué hacer. Hay gente escondida, es un contexto muy complejo. Y ése es el momento en el que yo voy a Eloxochitlán a cubrir esto, a indagar.
Y me doy cuenta que en realidad la postura de la parte más afectada o violentada es precisamente la que tiene que ver más con este intento de recuperar el pensamiento magonista. Hay un interés en tener esta conexión a la filosofía de Magón: de la defensa de la tierra, de la defensa hacia los procesos de fraternidad y solidaridad.
Y entonces me doy cuenta de una riqueza cultural enorme. Hablé con Carrizo Trueno –un personaje increíble– que se dedica a indagar en la historia de la familia Flores Magón, a indagar cómo fue la infancia allí, pero también se pregunta ¿qué se llevaron Flores Magón y su familia de Eloxochitlán? Esa conexión en su infancia, en esa comunidad. Y ¿qué aspectos del pensamiento de Flores Magón se conectan de alguna manera con la cosmovisión mazateca?
En la época de Ricardo hablar de una conexión política con el pensamiento indígena era algo casi anacrónico, algo absurdo. No se reconocía. Pero Flores Magón tiene textos al respecto. Y sí siente que hay un vínculo con la cultura mazateca que le impide desconectarse, que le impide zafarse de su contexto etno-histórico, que sigue por allí palpable. Hay que leer en un código mucho más actual los textos de Flores Magón para encontrar esos vínculos porque antes no se mantenía esto en consideración. Siempre ha quedado pendiente una charla más profunda con él.
Pero Flores Mágon está presente. Está presente en la comunidad, en la gente. Hay una noción de que una vez uno de sus habitantes nació en esa comunidad, y es una figura muy importante para la historia. Es raro encontrarse con estatuas de Flores Magón por todos lados en ese pueblo, pero también es bonito ver cómo la gente lo añora.
Las niñas... hay una escuela que lleva el nombre de Ricardo. Y los niños hablan de él, y si tú le preguntas,
"¿quién fue Flores Magón"?
te responden,
"fue un anarquista que luchó mucho por el país, luchó mucho por nuestras comunidades".
Es palpable, como el legado de Zapata: no se tienen muchos detalles biográficos en su comunidad, pero está la idea que permanece y alimenta la lucha día con día. La lucha diaria, el no hacerse daño, examinar la vida de una forma diferente.
No creo mucho en los héroes de la patria, y en esa figura de prócer, pero creo que en ese sentido Zapata y Flores Magón generaron una forma distinta de tener esos vínculos con la gente desde un orden no tan jerárquico, sino más humano. No sé si más horizontal, pero por lo menos más cercano a la gente, pues lo sienten suyo. Es muy bonita la Sierra Mazateca, creo que hay que visitarla, caminar por donde caminaron los Flores Magón. Por allí hay unas sendas señaladas en donde su papá iba con Ricardo de camino a buscar cosas a un pueblo más grande que se llama Teotitlán del Camino.
Un Lugar Llamado Eloxochitlán
Ahora por supuesto, muchas personas hacen uso de la figura de Flores Magón, incluso el propio Andrés Manuel López Obrador ha dicho varias veces que va a renombrar a la Sierra Mazateca la “Sierra Flores Magón”. Volvemos a lo mismo: la tergiversación de las ideas, de las figuras, con fines totalmente –diría yo–, perversos. Pero es parte de todo esto, creo que hay mucho por aprender de este núcleo, de este centro mazateco. Hay que regresar a leer a Flores Magón con esta clave, considerando esta cosmovisión, y a lo mejor encontraremos algunas pistas interesantes.
Lluvia: En tu artículo mencionas que Teodoro, el padre de Ricardo, leía e interpretaba cartas para la comunidad.
Y le pagaban con diferentes productos: frijoles, maíz, distintos alimentos.
"Teodoro y Margarita, padres de los hermanos Flores Magón [...] enseñaban a la gente a leer y a escribir. Y la comunidad les pagaba cubriendo sus necesidades principales.
Les hicieron una vivienda y la gente los quiso mucho.
Margarita también enseñaba costura, pero se fueron poco después del nacimiento de Ricardo y la gente quedó muy triste."
Lengua daga: Nangi ko kjoabijnandiì (Tierra y libertad)
Había ese principio, en la comunidad, caracterizado por la autonomía: "¿por qué habría que interceder el gobierno federal o los caciques en nuestra comunidad?"
En tu artículo es palpable ese énfasis, el concepto de desarrollo comunal:
Heriberto Paredes (HB): ¿Cuáles son algunas de las enseñanzas del pensamiento de Ricardo Flores Magón en estas comunidades?
Sergio Nieto (SN): Nosotros pensamos que hay que aplicar los principios anarquistas en nuestras casas, en nuestro entorno —en la ciudad o en el campo—, donde estemos.
Ricardo pudo nacer en el futuro y, por ello, nosotros tenemos que tener conciencia de los conocimientos anarquistas que defendió.
Hay que buscar la armonía y la libertad, hay que vivir con libertad sin que se impongan pensamientos contrarios a la vida.
Es importante defender la ayuda mutua con el prójimo y esto aún existe en la Sierra Mazateca.
Autosuficiencia: muchos sembramos aún para nuestro sustento y no esperamos a que nos den ayudas.
El sistema nos acostumbra a recibir y aquí empezamos a dejar de trabajar, de ser autosuficientes.
Este conocimiento es ancestral y Ricardo lo vio con claridad.
Lengua daga: Nangi ko kjoabijnandiì (Tierra y libertad)
Al yuxtaponer esta cita con otros escritos del pensamiento anarquista, ¿cómo se manifiesta esta distinción en la cultura Mazateca desde tu enfoque?
Heriberto: Lo primero que quiero enfatizar es esta parte que mencionas, del aprendizaje de la estructura social de Eloxochitlán, en la que hay intercambio de productos. Y no siempre hay una relación económica de compra-venta [o transferencia monetaria a base de mercancía]. Yo creo que eso sí se quedó grabado en la familia de los Flores Magón. Y de allí abreva ciertas propuestas hacia una recomposición de la estructura política y de relación social a partir del pensamiento libertario.
Después se desarrolla, por otro lado, Flores Magón. Tiene otras experiencias de vida, otras influencias. Pero parte del núcleo de ayuda mutua. Y al final, de autonomía colectiva.
Yo siento que allí es donde se mezcla todo, que es como el punto de convergencia: si tú posees la tierra que estás trabajando y estás produciendo, entonces tienes alimento. No dependes de alguien más, de un intermediario –de una empresa, de un patrón– para conseguir tu alimento. Entonces tienes alimento, pero se genera un sobrante que puedes intercambiar por otros productos que tú no produces. Y esto permite generar un circuito de intercambios y ayudas que van más allá del abuso "yo tengo frijol y tú no tienes, entonces te lo intercambio desigualmente", creo que allí entran más los principios1.
Es una autonomía que nos permite tomar decisiones. Si yo no dependo económicamente2 para mi subsistencia, tengo la posibilidad también de organizarme política y económicamente. Y pensando en escala pequeña y mediana, pero al mismo tiempo la autonomía se entiende como este proceso de responsabilidades donde el individuo necesita de la colectividad y la colectividad necesita del individuo.
No va a venir alguien de afuera a imponernos cómo organizarnos, cómo tomar decisiones, eso lo decidimos a partir de nuestro propio interés común y de nuestras propias necesidades. Y entonces, desde esa medida, hay una cierta libertad de toma de decisiones en lo que se llamaba hace muchos años "la libre determinación de los pueblos", que pueden subsistir y alimentarse. Si nos vamos muy al fondo de la situación humana, si no tienes qué comer no puedes vivir, entonces si colectivamente puedes producir tus alimentos, puedes decidir también cómo organizarte, cómo producirlos.
Ahora, por ejemplo: en el contexto de la pandemia y viviendo en una ciudad grande, observé que uno de los temores más concurrentes era el que hubiese desabasto de comida. Y claro, en una ciudad como la Ciudad de México o la ciudad de Nueva York, no hay espacio para sembrar. Y se depende totalmente de los mercados, o los distritos de distribución, o los supermercados. No hay una autonomía real. En cambio, las comunidades Zapatistas y otras tantas dijeron: "pues bueno, nosotras tenemos alimento suficiente, lo tenemos solucionado, no dependemos del supermercado o de las reglas del capital. Así que vamos a sobrevivir."
Y esa capacidad de toma de decisiones nos la da también este equilibrio entre el trabajo individual y el trabajo colectivo. Siento que a veces en Europa la autonomía se percibe como la posibilidad y el derecho a hacer lo que me plazca sin importar si afecto a las demás. Allí hay unos límites. Muchas veces, conceptos como "autonomía" y "libertad de expresión" se entienden como sólo el fortalecimiento del individuo, y van hacia ese lado. Es como si yo tengo la posibilidad de decir lo que quiera y escribir lo que quiera y publicarlo donde quiera invocando la "libertad de expresión" sin importar que a veces afecta o afecto, difamo o pongo en riesgo a alguien.
Y lo mismo, si yo quiero cualquier cosa que afecte al ente social, está permitido porque somos "autónomos" somos "libres" y esto es una "sociedad democrática y libre"; pero detrás de esta noción se esconde la perversión del individualismo, del egoísmo más brutal, dónde ni siquiera somos capaces de pensar en nuestros vecines, si les afectaremos o no les afectaremos. Pero si ellas nos afectan, entonces ya reaccionamos. Yo siento que por allí hay una diferencia. Afortunadamente existen núcleos de población en zonas del mundo donde cada día se defiende mucho esta posibilidad del no-egoísmo, de ser un poco más consideradas con la de al lado. Y tomar decisiones en conjunto, y responsablemente, sin obedecer a imposiciones.
Tierra, Labor y Libertad en Común
Lluvia: Me gustaría que recalcáramos también el hecho de que, cuando se tienen las necesidades básicas cubiertas para todas (y acceso a la tierra), el concepto de “labor” finalmente es alterado. A través de esto se proporciona tiempo libre para tu comunidad una vez abastecidas las reservas básicas para todas. Me parece que no consideramos la cantidad de tiempo libre que tendríamos en común si trabajáramos únicamente lo necesario para este abastecimiento, y la libertad que se obtendría.
"En la sociedad capitalista el tiempo libre se adquiere para una clase convirtiendo todo el tiempo de vida de las masas en tiempo de trabajo.
"El modo de producción capitalista, mientras que, por un lado, impone la economía en cada empresa individual, por otro lado, engendra la creación de un gran número de empleos, actualmente indispensables, pero en sí mismos superfluos.
Dada la intensidad y la productividad del trabajo, el tiempo que la sociedad está obligada a dedicar a la producción material es más corto y, en consecuencia, el tiempo de que dispone para el libre desarrollo, intelectual y social, del individuo es mayor". (Extractos del capítulo XVII. Das Kapital, Volumen I)
Yo noto, en general, que el concepto anarquista adquirido del marco teórico-literario canónico –cuyo eje parte del sectarianismo eurocentrista y etnocentrista–, no explora a detalle la producción y planeación de recursos materiales lo suficiente3.
Heriberto: Creo que necesitamos crear comunidad desde ahora, porque no vivimos separados de la sociedad. No somos autosuficientes de manera individual, pero no sólo en el terreno productivo, también en el emocional, también en lo estético. Hablas, del sobretrabajo y del tiempo libre, yo sí creo que hay una necesidad profunda de defender el tiempo libre y de no estar pensando todo el tiempo "¿qué es lo que vamos a producir?", "¿cuánto tiempo vamos a producir?" Y excedernos.
Diría que en algún momento hay que parar. Hay que parar esta idea de que siempre tenemos que hacer algo, obtener ganancia, y producir mucho. Ya, se acabó.
Hay que poner un freno a esto, y defender el tiempo libre. Porque el tiempo libre permite también otras cosas a nivel social: te llena el espíritu, convives de otra manera con las personas. Siento que hay que defenderlo. En las sociedades capitalistas el tiempo libre no es accesible para todo el mundo. Por ejemplo, si un trabajador va a una maquila en la frontera –por ejemplo, en Tijuana–, y se mete 10 horas diarias de lunes a sábado, por supuesto, cuando llegue a su casa no tiene ganas de absolutamente nada, más que de dormir, tomarse una cerveza y emborracharse con su gente o sus amigos y al día siguiente no hacer nada. Eso no es un tiempo libre de calidad.
Y hay mucha gente que piensa, y he escuchado: "ay, estos indios huevones que no trabajan lo suficiente. Entonces, por flojos, pues no tienen lo necesario, no se superan". Y el tiempo libre no existe para esa gente, tendrían que estar forzosamente produciendo todo el tiempo, todo el tiempo sirviendo, todo el tiempo siendo explotadas…
Hay que ponerle un alto a eso. También hay tiempo libre, hay la fiesta. Yo creo que por eso la fiesta permaneció profundamente en el espíritu de los personas que sufrieron esclavitud, porque era el mecanismo de supervivencia. Y entonces, gracias a eso pudieron sobrevivir tradiciones, lazos familiares, historias; gracias a la posibilidad de compartirlo en ese mecanismo de fiesta. Yo siento que debemos defender la fiesta también como uno de los elementos más importantes para la reproducción de la vida y de lo común.
También nuestra cabeza y nuestro espíritu necesita otro tipo de alimento, que lo da: ir al cine, caminar un poco por la ciudad, el campo, tener otro tipo de relación y sí, sí estamos en una defensa del tiempo libre.
Nadie73: Incluso, en esa lógica, se llega al absurdo, porque "si no trabajas, eres pobre", entonces, si trabajas, ¿no eres pobre? Es el absurdo... entonces, ¿quién trabaja en exceso es millonario?
Heriberto: Esa es su lógica [capitalista], pero… bueno.
Lluvia: Hay algún otro aspecto de tu experiencia, viendo la raíz del movimiento, de cómo inicio en la Sierra, ¿algún otro tipo de testimonio que nos quieras compartir?
Heriberto: Los principios de cuidado mutuo, de cuidar a tu compañera, a tu compañero, yo los vi muy presentes todavía en la Sierra Mazateca –aunque nada es ideal, hay de todo, también hay violencia y cacicazgo–, siento que hay una especie de espíritu muy profundo donde las personas siempre están cuidando de las demás.
Yo me he puesto a pensar en la familia de Flores Magón, tratando de sobrevivir; llegando a esta comunidad que, si ahora es pequeña, hace 100 o 120 años debió ser mucho más pequeña; siendo aceptados como parte de la comunidad en un contexto muy escaso de recursos. Pero siento que el haber sido aceptados, el haber aceptado como maestro a Don Teodoro, el permitirles esa aceptación, es ya un cuidado mutuo que después le permitió a todo el movimiento magonista también aceptar a otros compañeros y compañeras de lucha de una manera no prejuiciosa. Sólo pensemos en Praxedis [G. Guerrero], o estas personalidades a veces viscerales, a veces muy comprometidas en lo político, pero literarias [y pertenecientes a diferentes clases]... permitirles el llegar a involucrarse.
Yo creo que debió haber sido una locura ese periódico móvil, esa redacción [Regeneración, el periódico anarquista fundado en 1900].
Color de Rosa
Heriberto: Y creo que hay otra cosa que no es tan positiva y que no se cuestiona mucho, pero que también tiene que ver mucho con la manera en la que se forman todavía en las comunidades, y en general en el país: esta división de género, en donde las mujeres no están presentes en la vida política.
Ahora ha cambiado mucho en Flores Magón, en Eloxochitlán, porque el núcleo fuerte de la asamblea comunitaria que está defendiendo las tierras en el propio proceso político, son mujeres. La asamblea es básicamente de mujeres, y sin embargo, yo creo que ése es un empoderamiento o una manera y transformación relativamente reciente, de los últimos 10 o 15 años.
Pero esa estructura patriarcal le impidió a Flores Magón y al movimiento magonista ser mucho más radicales, pensando en las relaciones de género. Bueno, no todo es perfecto. Sin embargo, hay un gran espíritu, y ejemplos de mujeres magonistas que valdría la pena rescatar. Siento que esa parte viene también de allí porque Flores Magón estuvo moviéndose por muchos lados, viajando, en la cárcel... No obstante, siento que el núcleo formativo más concurrente estuvo en su niñez en la sierra Oaxaqueña. Lo menciono por hacer una pequeña crítica la movimiento magonista.
Lluvia: En "Soy La Acción" a Praxedis [Guerrero] se le ha criticado la capacidad de ver la forma emancipatoria del humano, pero la incapacidad de aplicar el mismo principio hacia las mujeres, sosteniendo principios burgueses tradicionalistas y sus limitaciones [heterosexistas].
Lo que yo he considerado últimamente, al estudiar a Proudhon con un amigo, es la frecuente reaparición del concepto de emancipación y autonomía, inaplicable, de acuerdo con Proudhon, a las mujeres:
“Creo que es un gran honor llamar a una mujer compañera del hombre. Feliz y digna de alabanza es la que puede merecer tal título [...]
Por eso, en principio, ninguna mujer debería ser considerada sui juris sui compos: se supone que esté eternamente bajo la tutela del padre, del hermano, del tío, del marido o incluso del amante, cuando el concubinato está reconocido por la ley. A falta de tutor natural, la ley debe asignar uno.
Y digo esto, no tanto por la debilidad del sexo como por su seguridad. Cualquier doctrina contraria es prostitución, y negativa de la ley; debe ser perseguida y castigada.
No sé qué mujer se escandalizó de que los hombres pensemos que una mujer sabe lo suficiente cuando nos arregla las camisas y nos hace filetes. Yo soy uno de esos hombres.
Pierre-Joseph Proudhon, La Pornocratie, ou les Femmes dans les temps modernes (1875)
También la labor invisible de muchas personas. Por ejemplo, leí un poquito de Teodoro, pero de Margarita también me gustaría saber un poco más. Leí que tenía mucha convicción y un interés particular hacia la formación educativa de sus hijos.
Heriberto: Pregunté mucho sobre Margarita. En la comunidad justo se pierde ese rastro. No hay muchos datos. Claro, el maestro era Teodoro, así que su figura predomina. Quizás a quién podríamos consultar –y tengo pendiente conversar con él– es a un descendiente de Enrique Flores Magón. Diego, Diego Flores Magón. Vive en la Ciudad de México y ha estado haciendo una serie de publicaciones para rescatar el legado del magonismo. Creo que allí podemos encontrar algo de Margarita. Acaban de editar un libro que se llama "Mujeres Magonistas". Un libro chiquito... pero es lo único que hay.
Hace unos cinco años hicieron una exhibición, organizada por él, y recuperó la imprenta donde estaba ubicado el periódico "El Hijo del Ahuizote" que es donde empezaron a trabajar Ricardo y Enrique. Ese edificio está en la Ciudad de México, lo recuperó Diego y formó un taller de gráfica extraordinario. En esta exposición había una buena parte de los archivos de su familia. Incluso tenía las bicicletas de Ricardo y Enrique –con las que supongo que paseaban de vez en cuando–, pero allí tenía muchos archivos y cartas de Margarita.
Es el modo perfecto para acercase un poco a su pensamiento, a su forma de entender la relación con sus hijos. Pero es lo que hay, no hay mucho más, cartas, algunas cosas, recuerdos de ella... nuevamente, el peso de la figura de Teodoro, el maestro rural. La gente lo recuerda mucho más a él, desafortunadamente.
Pero creo que hay que tomarlo como el contexto o el momento histórico donde acontecen las cosas, y no tratar de hacer juicios con nuestro pensamiento actual respecto al pasado. Hay que ponerlo en perspectiva, porque no es por eso que el magonismo no funcione como motor de pensamiento crítico.
Hay otra cosa importante en Eloxochitlán, que es la fiesta del Día de Muertos –que acaba de pasar– porque siempre la presencia de los Flores Magón está allí. Es como un espíritu muy presente. Yo siento que a veces sí regresa, o sea, de todas las opciones a las que podría ir el espíritu de Ricardo o de Enrique, yo siento que en algún momento de la noche sí regresan a Eloxochitlán. Y es un momento increíble. Ojalá que un día podamos ir y vivir esa experiencia, porque es una conexión espiritual muy fuerte: la gente bailando, cantando, con las figuras de papel de Ricardo. Es increíble.
Excelente nota, puntual reflexión sobre Ricardo y los magonistas.
Espero con atención sus publicaciones.
Saludos cordiales.