Pablo González Casanova
¡Feliz centenario, Comandante Pablo Contreras! Conmemoramos 100 años del nacimiento de Pablo González Casanova.
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Pablo González Casanova
Conmemoramos los 100 años de vida que cumple el día de hoy Pablo González Casanova, también conocido como el "Comandante Pablo Contreras" del Comité Clandestino Revolucionario Indígena del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (CCRI-EZLN, por sus siglas en castellano).
El subcomandante Galeano señaló que Pablo Contreras es el único integrante de la Comandancia General cuyo origen no es indígena: una distinción otorgada no sólo por su compromiso como militante en la resistencia anticapitalista sino también por sus aportes de carácter teórico hacia el análisis de lo que la teoría marxista define como "la cuestión nacional y colonial".
Para las estudiantes clasificadas por la taxonomía de la hidra como no-blancas, el análisis materialista de Casanova sobre el colonialismo interno arroja un rayo de luz en el túnel del marxismo ortodoxo.
El colonialismo interno puso en cuestión una constelación de elementos. Inspeccionó la relación material de los individuos dentro de una etapa definida del desarrollo de las fuerzas productivas. En este caso, pertinente a la población histórica y contemporánea en territorio colonizado.
Para conmemorar su lucha y obra, el taller ahuehuete tradujo al inglés – y por primera vez, al parecer – el capítulo uno ("Posibilidades") de su texto fundamental publicado en 1969, "La sociología de la explotación", que se compartirá pronto.
En esta obra, Pablo González Casanova se propone ofrecer una perspectiva sobre la inherente relación de explotación en la sociedad capitalista, reexaminando los análisis fundamentales de Marx.
El sociólogo mexicano cuestionó las ramas dogmáticas y deterministas del marxismo, para las que el sistema capitalista se encamina a su inmediata destrucción. Al mismo tiempo, cuestionó el discurso predominante de la teoría de la dependencia en Abya Yala, afirmando que ésta subestima la enorme importancia de la ley del valor como instrumento de análisis en el vínculo entre la periferia del capital y su núcleo imperial.
La mayoría de los teóricos a favor de la teoría de dependencia percibe al capitalismo global como la fuerza motriz de las relaciones de dependencia. Pero, ¿cuál es la relación entre la teoría de la dependencia y el marxismo?
La noción de la subyugación imperialista aparece en El Capital Vol. I (capítulos 24 y 25). Allí, Marx describe la dinámica entre los países enriquecidos y los empobrecidos. Sin embargo, varios enfoques de los teóricos a favor de esta explicación se centran en las necesidades del capital competitivo y, por tanto, parecen apoyar indirectamente a la clase dominante.
La teoría de la dependencia, pasando por alto el impacto de la intrusión imperialista, minimiza la importancia de las formaciones sociales pre-capitalistas, sus lecciones y el potencial de una fuente de recursos históricos que permitiría no sólo formular más preguntas, sino hallar nuevas respuestas. El análisis de clase también suele estar ausente, debido a que hace hincapié en el intercambio y no en el modo de producción.
La Sociología de la Explotación se publicó en una época en la que las pensadoras críticas solían exagerar la categoría del poder como origen de todos los males, en contraposición a la explotación y la lucha de clases. En efecto, ambos conceptos fueron ampliamente exagerados por la tendencia ascendente del pensamiento neoconservador. Para González Casanova, el marxismo dogmático no pudo responder a esta extraña coincidencia: el que pensadores críticos e ideológicos parecían estar de acuerdo aunque operaban desde campos de estudio reaccionarios y revolucionarios, buscando supuestamente trayectorias antagónicas.
En “La Sociología de la Explotación” apareció un despliegue de herramientas matemáticas para ir más allá del dependentismo, rumbo a la ley del valor y más allá de la epistemología dialéctica, que exigía mantener la pureza textual de la lucha de clases. Sin embargo, el concepto provocó un comprensible malentendido, que la lectora seguro anticipa: es curioso que, en el caso del "colonialismo interno", la categoría se empleó en varias partes del mundo para investigaciones de campo en el tema de la descolonización; así, el concepto sufrió de graves distorsiones por parte de quienes, al adoptarlo, promovieron categorías abstractas que perpetuaron la política de identidades, siempre extrapoladas del análisis de clase. El pensamiento intelectual burgués encontró, una vez más, argumentos para el triunfo del individuo sobre la colectividad.
Sólo años más tarde se practicaría el "colonialismo interno" de forma indirecta en la lucha por la autonomía de las naciones y culturas originarias, característica que González Casanova destacó no descuida ni la lucha de clases ni la lucha contra el imperialismo, sino que las pone en evidencia en su ruta, ya que el conflicto contra el capital es multidimensional para la entidad colonizada en resistencia.
El desarrollo del proceso histórico, sin embargo, inyectó de nuevo tanto en la teoría como en la práctica la urgencia por observar, una vez más, los mecanismos subyacentes de la explotación capitalista desde una perspectiva materialista.
El estado crítico del mundo exigía que sus pensadores dejaran de lado las perspectivas neohegelianas e idealistas, y su tendencia a situar a la sociedad civil –y al individuo– como el verdadero reparto en el teatro de la historia. Era necesaria una mejor valoración: apartar la mirada de esa concepción absurda de la historia que descuida y mistifica las relaciones sociales, y se limita a examinar los espectáculos dramáticos de príncipes, sacerdotes y estados.
Para Casanova, se trata de revolucionar el mundo actual, de atacar y cambiar el statu quo existente. Sus aportaciones, su praxis y su lucha, siempre de carácter crítico, están guiadas por la constatación de que las ideas de la clase dominante son en cada época la ideología dominante. Como sabemos, la clase que gobierna los modos de producción de la sociedad es, al mismo tiempo, la fuerza intelectual imperante en dicha sociedad.
La voz y la lucha del Comandante Pablo Contreras desafían la noción de que las cosas siempre han sido y serán de esta forma. Se opone al mito burgués que propone que la historia sigue las leyes inmutables del universo, del progreso, y las ideas.
La obra de Pablo González Casanova ilustra la importancia del pensamiento crítico – y la digna rabia – frente a la retórica de la hidra.