El comunismo no es un modo de producción
17 tesis sobre el comunismo, por Bernard Lyon / Alain, in memoriam. Publicado originalmente en Théorie communiste n°13, 1997.
IN MEMORIAM B. L., por Bernard Lyon / Alain
Para la versión en inglés, aquí por Endnotes.
17 tesis sobre el comunismo
La producción en sí no es una esfera separada de todas las demás actividades, sino que es "absorbida " dentro de las relaciones que son todas las relaciones productivas. "Absorbida" significa que el resultado de la actividad no se opone a la actividad, que la propia relación que se produce es la de las relaciones que, aunque sean relaciones productivas, no son "relaciones de producción". Todas las relaciones son relaciones entre individuos cuyas singularidades ya no son una mera contingencia, sino que son en verdad sus relaciones reales. El comunismo no es un modo de producción; todas las actividades ya no se reducen a una norma común inmanente para cada una de ellas (como el valor, la plusvalía, el producto excedente en general).
Para cada actividad las personas se reúnen en redes. Cada red tiene un carácter diferente y su base puede ser geográfica, temática o emocional. Como hemos dicho, abarcan la producción material. Las redes no son "estructuras", es decir, no son sujetos que se diferencian de quienes las forman, sino medios voluntarios para la toma de decisiones y prácticas en todos los aspectos; constituyen la praxis misma.
El elemento central de la praxis es la palabre1, que es a la vez antecedente, acompañante y posterior a toda acción. La palabre es el modo de decisión, de control y de corrección de todos los actos; no tiene fin. Incluye todas las actividades, y para todas las actividades nos tomamos el tiempo de ir hasta el final (provisional) de la palabre. La palabre es el conocimiento de la acción real, consciente. La historia consciente significa que llegamos a un acuerdo.
Dentro de una red, cada miembro es más o menos una "persona-recurso" para un aspecto de la actividad que realiza la red. El conocimiento y las competencias se difunden dentro de la red a través de todas las personas-recurso. De este modo, dentro de la red, la decisión y la ejecución contienen aprendizajes e investigaciones que no están separadas de la palabre. En la red todos, constantemente y cada uno a su vez, totalizan la acción del grupo, y por tanto de la comunidad, a través de la palabre. El discurso que circula encarna a la comunidad en acción.
La búsqueda por la mejor solución posible, para tener el máximo de puntos de vista, para que una acción pueda ser alterada, o incluso anulada, sin perjudicar la situación en el futuro, es la preocupación constante del palabre en y entre las redes. Los conflictos nunca son conflictos de interés porque no hay ninguna situación que reproducir en la que los conflictos sean imposibles de resolver. Cada individuo participa en una multitud de redes, que es a su vez una red de redes. No hay "redes públicas" y "redes privadas", ya que todas son "públicas" y todas son "informales".
Las redes están en constante transformación, se diversifican, surgen, se extienden o desaparecen en relación con las tareas que se les confían. Los individuos practican el nomadismo entre las redes, las que encuentran ya existentes para una actividad en curso, y las que crean para una nueva actividad. La red es un lugar y un momento tan cambiante como la vida de los individuos que la forman.
No existe una superred que incorpore la totalidad de las redes. Cada red puede unirse a otras redes para una acción particular a nivel global. De hecho, esto es constantemente necesario para aprehender el devenir de cada acción local o sectorial. La posibilidad de que una red se especialice en lo universal (orientaciones a gran escala) está contenida en el propio movimiento de diversificación, ya que dicha especialización implica un cierre de sí misma y de su problema. De este modo, el problema, aunque concierne a todos, puede ser tratado como si concierne a otros que la red tiende así a gestionar. Pero esta posibilidad es normal, es una tensión hacia lo universal. El nomadismo y la atracción siempre estarán ahí para acabar disolviendo estas redes que son un aspecto permanente de la totalización y son reabsorbidas permanentemente por otras redes. Es también así como el comunismo se totaliza y se proyecta.
El comunismo no es una "sociedad", las relaciones no separan a los individuos que se relacionan entre sí, sus relaciones son las que les reúnen sin que por ello se pueda establecer su separación como vínculo social. Los individuos no están sumergidos en "lo social", no hay un individuo promedio que pertenezca a la comunidad, cuya existencia independiente como sociedad significaría su división en clases y su representación por la clase dominante o su cristalización en una red de redes.
Con el comunismo deja de existir el sentido de la historia como historia del capital como proceso de acumulación. El "progreso" era la versión programática del sentido del capital como desarrollo de las fuerzas productivas. Lejos de liberar las fuerzas productivas, el comunismo las suprime y absorbe la producción a través de las relaciones individuales. La historia consciente no es un significado consciente de la historia, una mano visible en lugar de una invisible.
Toda actividad tiene en sí misma su fin, toda producción se dirige a una necesidad a la que atiende. Las personas comunican sus productos para ayudarse, para agradar. No reciben productos para "consumirlos", sino para realizar el objetivo de su producción. Es decir, ellos mismos en sus relaciones con los demás. Con el comunismo el individuo es el fin en sí mismo, el individuo materializa la sustancia de los productos aunque estos desaparezcan en ese momento.
Las relaciones entre individuos no son una suma de contratos; es en su forma inmediata y concreta que el comunismo existe como una totalización sin sociedad.
Hay un control sobre las implicaciones que todo acto tiene en relación con la naturaleza, que implica la comprensión de lo que sustenta las demandas ecológicas a través de la abolición de la naturaleza, como consecuencia necesaria de la sociedad que es abolida en sí misma. De nuevo no hay más que el cuerpo inorgánico del ser humano como elemento integrado en el comunismo, a modo de objetividad para estas relaciones.
La producción consciente por parte de todas en su vida individual y transindividual implica inmediatamente la producción de seres humanos en una demografía que integra cuerpos inorgánicos. Esta es la condición necesaria para habitar el planeta en armonía. La absorción de la producción mediante relaciones produce el fin de la explosión numérica de los seres humanos, y produce una nueva condición de frugalidad. El comunismo no conoce ni el hambre ni la gula. Las fuerzas productivas dejan de existir cuando se desencadenan del capital. El palabre toma su tiempo.
Las revoluciones permanentes del proceso laboral capitalista desencadenan una transformación acelerada de todas las relaciones y de todas sus personificaciones materiales. Cada vez resulta menos posible "avanzar con la época", debido a la obsolescencia acelerada de los objetos y de los modos de ser en el contexto de una homogeneidad cada vez más forzada. El comunismo, el nuevo modo de producción de la vida, es la diversificación total, el fin de todas las normas; pero también es el fin de todo "desarrollo"; tranquilidad y solidez, nomadismo y poliglotismo, reflexión y sabiduría; [sic].
Las redes son grupos humanos. Se encargan de todos los aspectos de esta vida. Los sentimientos que caracterizan las relaciones entre las personas son: amor, amistad, respeto, compasión. Las relaciones se construyen de forma recíproca, lo único que las ordena es el reconocimiento del yo en la otra persona como un individuo único.
La ciencia como fuerza productiva queda abolida junto con todas las fuerzas productivas. El conocimiento dialéctico de los humanos sobre sí mismos, su mundo y las prácticas que los unen ya no constituye una ciencia.
La historia del comunismo es el recuerdo de los individuos. Hay descendientes y legados complejos como resultado de la poliandria y poliginia generalizadas. Después de la revolución comunista ya no hay sociedad.
B.L.
Publicado originalmente en Théorie communiste n°13, 1997.
"Palabre" es un término francés que significa "discusión interminable".
¡Gracias! Ese texto seguirá abriendo grandes discusiones. Les comento que Endnotes está equivocada, esas observaciones sobre el comunismo no se encuentran en el n° 13 de Théorie Communiste: https://files.libcom.org/files/TC13.pdf
(sabéis encontrarlas en dndf, se puede corregir pero ya toca otro registro de decisiones, les dejo ver)